
Pese al sentido negativo y hasta peyorativo que se le adjudica a la “cultura chicha”, podemos decir, que la chicha, es más bien el sincretismo, la mixtura de todas las culturas del país anidadas en la ciudad capital. No es exactamente andina, aunque lo es mayoritariamente, tampoco es propiamente citadina, es la mezcla y relación de todas las culturas, incluida la criolla, limeña e incluso la selvática… (Arturo Quispe Lázaro – La cultura chicha en el Perú).
Pero, ¿Qué significa realmente la Cultura Chicha?
Los inicios de la cultura chicha se remontan a los significativos cambios sociales que se vivieron en el Perú desde los años 1950, considerando, como expresión final y determinante, la segunda ola migratoria en 1989 producto del terrorismo. A partir de estas masivas migraciones provincianas hacia la capital se empezaron a formar los barrios, pueblos jóvenes, Asentamientos Humanos, que poco a poco fueron ganando terreno en el sector social, que impusieron un nuevo estilo de vida.
Es verdad que sus inicios están relacionados con el surgimiento de la música chicha, que combina una serie de instrumentos y elementos andinos (folcklore - cumbia) a nivel musical. Sin embargo, en la década de los noventa, adquiere una connotación que determina y reconoce en adelante la expresión “Chicha”; y es que se instaura, con el apoyo del gobierno de turno, toda un estilo sensacionalista respecto a los sucesos que se enfrentaban como sociedad.
El periodismo en la década de los 90 adquiere una tonalidad distinta, colorida, desinhibida y sensacionalista. Sus temas centrales eran los escándalos comunes, las noticias amarillistas y fatalistas respecto al futuro (“Hacen autopsia a ovni”, “Ovnis en los cielos de Lima”, etc.). Los principales kioskos se hallaban abarrotados de emblemáticos diarios cque de portada llevaban la “insigne” imagen de mujeres dispuestas a mostrar de todo.
La televisión plasmaba en sus “Talk shows”, todo cuanto se puede decir: peleas, insultos, engaños, mentiras, polladas; proyectando la imagen de un peruano incapaz de resolver conflictos. Obviamente resulta cuestionable la veracidad de los hechos, sin embargo, esa suerte “chicha”, queda impregnada en la memoria colectiva de esta generación.
La estética chicha se caracteriza por: Las construcciones de las casas, para la década de los 90, se hallaban pintarrajeadas con colores vistosos y llamativos. La comida “chicha” supo combinar hasta en siete sabores platos de tan distinta preparación.
Finalmente, a pesar de los malos apelativos que rebalsan para caracterizar a la cultura chicha, es necesario considerar que esta tendencia no es sino un conjunto de situaciones que corresponden a una sociedad en transformación, de tránsito de una sociedad aristocrático-criolla hacia una sociedad que se configura más democrática, en donde cohabitan todas las culturas, dentro de un contexto social moderno. Todo ello también debido a la reconfiguración de la ciudad, del espacio geográfico y de su composición social.
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