jueves, 26 de noviembre de 2009

¿CUÁLES SON LAS MEJORES DECISIONES EN TORNO A UNA SEXUALIDAD RESPONSABLE?

ANALICEMOS LOS SIGUIENTES CASOS:

Nº 1: Silvia está con su enamorado desde hace ocho meses. Ellos se conocen desde el colegio. Tienen relaciones sexuales y no usan preservativo. Silvia no cree que su enamorado le pueda transmitir el virus del SIDA pues él es deportista y se ve supersaludable.

Nº 2: Ana y Jorge decidieron tener relaciones sexuales. Ana está muy preocupada y tiene miedo de salir embarazada. Jorge le dice: “No te preocupes, la primera vez no pasa nada, además, estás conmigo”.

Nº 3: Ernesto y Susana son enamorados desde hace un año. Ella ha escuchado hablar del SIDA y le pide a Ernesto que use preservativo. Ernesto se molesta y le dice: “¿Estás loca? Con preservativo no se siente igual”.

Nº 4: Julio está conversando con su amigo Juan y le dice: “Oye, cuñado, esta noche tengo una firme, esta vez sí la hago”. Juan le responde: “Cuidado compadre, no vaya a ser que te dé SIDA, lleva tu condón por siaca.” “Oye, ¿Qué te crees, ah?” –dice Julio- “Eso te da si estás con homosexuales, yo sólo salgo con chicas.”

viernes, 20 de noviembre de 2009

Violencia urbana ¿es el servicio militar una solución?


Semanas atrás la violencia de las barras y las pandillas ha tomado una mayor presencia en los medios de comunicación, tanto como en la opinión pública. La absurda muerte de Paola nos ha despertado a la realidad, no a la de la violencia, pues de ella todos somos conscientes a cada instante y los medios nos lo refriegan en el rostro cada mañana, sino, la realidad por la cual en el Perú estamos acostumbrados a que algo tan grave y absurdo haya de suceder para que recién nos pongamos alerta y protestemos contra la injusticia y la parsimonia de nuestros legisladores y gobernantes.


El peligro, sin embargo, no radica en este soñoliento despertar, creo más bien que la verdadera amenaza se halla en las despotricadas propuestas de solución con la que nuestros alcaldes, ministros y congresistas, pretenden aplacar nuestra indignación, y peor aún, creo yo, el tan inmediato e irreflexivo apoyo que algunos ciudadanos solemos brindar no hace otra cosa que empoderar a aquellos.


¿Es en verdad el servicio militar obligatorio una solución? No me sorprendió la petición de nuestros alcaldes; frenar la violencia en nuestra ciudad no es una tarea fácil teniendo en cuenta las diferentes causas que la originan. La violencia social es un fenómeno complejo que involucra tanto a la familia, a la escuela como al Estado, pero plantear la solución más fácil no es una alternativa viable, o acaso es el servicio militar una suerte de correccional.


Analicemos mejor el asunto.

Las barras bravas no han sido en las últimas semanas los únicos portadores de la violencia urbana, recordemos sino la sorprendente balacera ocurrida en Jesús María o el asalto a la agencia BCP en la Marina a plena luz del día. ¿Quiénes llevan a cabo estos atracos? Quienes hayan sido han demostrado un eficiente conocimiento en el uso de armas automáticas y en la planificación de acciones de asalto. Y ¿Dónde aprendieron todo ello?

Sonará suspicaz, pero creo que el servicio militar se ha convertido en un centro de entrenamiento para los futuros asaltantes; ese no es su fin, es cierto, pero luego del servicio ofrecido, qué les queda a cada uno de los cabitos y soldados o sargentos dados de baja; la falta de trabajo y el creciente desempleo son una realidad evidente y el patriotismo no alimenta, así nos damos cuenta que de pan sí vive el hombre y ante la falta de éste muchos optan por el camino fácil y aquellos que han servido a nuestro ejército, voluntariamente o no, se encuentran mejor capacitados para emprender, sin miramientos, atracos e incursiones que elevan cada día nuestra sensación de inseguridad.


Entonces, me pregunto, ¿Cuánto bien les haremos a estos jóvenes y a nuestra sociedad, el reinstaurar el servicio militar obligatorio? Al final, como en las cárceles, en vez que vallan a reformarse, los individuos se gradúan más diestros aun de cómo ingresaron.


Mientras no se solucione la falta de una educación de calidad, educación para la vida, y el desempleo, mientras no se vinculen escuela y trabajo, mientras la familia y los jóvenes no sean una prioridad para las políticas de Estado, seguiremos atestiguando más muertes absurdas, más chicos maltratados, más madres adolescentes, más violencia y más inseguridad cada día.


Ahora bien, ¿Bastará con la instrucción premilitar en las escuelas para aprender de responsabilidad y patriotismo? Ese es también un tema largo para pensar.

Triciclo Perú - Los Mojarras



Con la aparición de "Los Mojarras", en 1992, los jóvenes de la época adquieren una voz saltante en el escenario, una voz que les permitía expresar, en voz de Cachuca, sus apreciaciones sobre su mundo, la ciudad, la rutina, el trabajo, el futbol, la violencia, y sobre todo, la incertidumbre. Los 90's no fueron años sencillos, pero quiénes mejor que esta banda agustinera para expresar todo aquel malestar, esperanza y resentimiento de aquellos días....

Chicha tu Lima....






A lo largo de dos décadas, de los 80 hasta el 2000, se ha ido construyendo un significado respecto al término “chicha”, que usualmente se determina como una forma de contenido negativo que sirve para calificar a todo tipo de situaciones que se vincula con la transgresión, fuera de lo establecido y la informalidad; de tal modo que, se concluye con toda una puesta en práctica de carácter cultural que pertenece al contexto de los más pobres, de los asentados en los populosos conos, nos referimos a la denominada “Cultura Chicha”.

Pese al sentido negativo y hasta peyorativo que se le adjudica a la “cultura chicha”, podemos decir, que la chicha, es más bien el sincretismo, la mixtura de todas las culturas del país anidadas en la ciudad capital. No es exactamente andina, aunque lo es mayoritariamente, tampoco es propiamente citadina, es la mezcla y relación de todas las culturas, incluida la criolla, limeña e incluso la selvática… (Arturo Quispe Lázaro – La cultura chicha en el Perú).

Pero, ¿Qué significa realmente la Cultura Chicha?

Los inicios de la cultura chicha se remontan a los significativos cambios sociales que se vivieron en el Perú desde los años 1950, considerando, como expresión final y determinante, la segunda ola migratoria en 1989 producto del terrorismo. A partir de estas masivas migraciones provincianas hacia la capital se empezaron a formar los barrios, pueblos jóvenes, Asentamientos Humanos, que poco a poco fueron ganando terreno en el sector social, que impusieron un nuevo estilo de vida.

Es verdad que sus inicios están relacionados con el surgimiento de la música chicha, que combina una serie de instrumentos y elementos andinos (folcklore - cumbia) a nivel musical. Sin embargo, en la década de los noventa, adquiere una connotación que determina y reconoce en adelante la expresión “Chicha”; y es que se instaura, con el apoyo del gobierno de turno, toda un estilo sensacionalista respecto a los sucesos que se enfrentaban como sociedad.

El periodismo en la década de los 90 adquiere una tonalidad distinta, colorida, desinhibida y sensacionalista. Sus temas centrales eran los escándalos comunes, las noticias amarillistas y fatalistas respecto al futuro (“Hacen autopsia a ovni”, “Ovnis en los cielos de Lima”, etc.). Los principales kioskos se hallaban abarrotados de emblemáticos diarios cque de portada llevaban la “insigne” imagen de mujeres dispuestas a mostrar de todo.

La televisión plasmaba en sus “Talk shows”, todo cuanto se puede decir: peleas, insultos, engaños, mentiras, polladas; proyectando la imagen de un peruano incapaz de resolver conflictos. Obviamente resulta cuestionable la veracidad de los hechos, sin embargo, esa suerte “chicha”, queda impregnada en la memoria colectiva de esta generación.

La estética chicha se caracteriza por: Las construcciones de las casas, para la década de los 90, se hallaban pintarrajeadas con colores vistosos y llamativos. La comida “chicha” supo combinar hasta en siete sabores platos de tan distinta preparación.

Finalmente, a pesar de los malos apelativos que rebalsan para caracterizar a la cultura chicha, es necesario considerar que esta tendencia no es sino un conjunto de situaciones que corresponden a una sociedad en transformación, de tránsito de una sociedad aristocrático-criolla hacia una sociedad que se configura más democrática, en donde cohabitan todas las culturas, dentro de un contexto social moderno. Todo ello también debido a la reconfiguración de la ciudad, del espacio geográfico y de su composición social.

jueves, 5 de noviembre de 2009

¿Son un problema las NTIC?


En la actualidad, el empleo de las Tic en el campo educativo resulta ser de vital importancia para ajustarnos a las demandas que impera en este nuevo contexto de la Globalización.

¿De qué manera podemos relacionar la ética en el marco educativo de vanguardia, si al parecer, se tergiversa el sentido del empleo de las nuevas tecnologías?